Batió
a los romanos en la propia Italia en las batallas de Tesino, Trebia, el Lago
Trasimeno y Cannas. En esta última batalla su genio rayó a la mayor altura. Fue
una victoria de la estrategia más consumada, a tal punto, que ha sido una
batalla analizada con minuciosidad desde hace más de dos mil años en todas las
escuelas militares del mundo. No obstante sus numerosas victorias en Italia no
se sintió lo suficientemente fuerte como para tomar la ciudad de Roma. Así fue
que deambuló con sus tropas, invicto, por la Península hasta que al
fin se retiró requerido por el gobierno de Cartago. Tiempo después su ejército
fue aniquilado en Zama, en su propia tierra del Norte de Africa, por sus
enemigos romanos al mando de Escipión que desde entonces tomó el nombre de
Escipión El Africano.
Un
amargo fin y una durísima lección que no aprendieron ni tuvieron en cuenta la
mayoría de los hombres, grandes o pequeños, que tienen o han tenido poder en
los últimos veintidós siglos.
"El hilo siempre se corta por el más débil."
Recuerda:
“Cazadnos las zorras, las zorras
pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne.”
Cnt.2:15
“Las moscas muertas hacen heder y dar mal
olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como
sabio y honorable.” Ecl.10:1
No hay comentarios.:
Publicar un comentario