Un esposo recién casado miraba curiosamente como su esposa preparaba un
jamón para ponerlo en el horno. Antes de ponerlo a cocinar, ella tomó un
cuchillo y cuidadosamente le quitó ambos extremos del jamón. Y le preguntó el
esposo, que por qué hizo eso. “Yo no soy un experto en cocinar jamones, pero yo
no pienso que cortar los extremos del jamón antes de cocinarlo sea correcto.”
La
esposa contestó, “bueno pues, yo realmente no lo sé. Yo nunca cociné un jamón
antes de casarme, pero esta es la manera mi madre siempre lo hizo”.
Su curiosidad entonces se despertó, y
ella telefoneó a su madre y le preguntó por qué ella siempre cortaba ambos
extremos de un jamón antes de cocinarlo.
“Ahora que lo mencionas, yo no lo sé,
dijo la madre”, su madre contestó. “Eso es simplemente la manera en que tu
abuela siempre lo hizo”.
¿Ves? Ése es tradicionalismo. Cuando nosotros hacemos cualquier cosa que
nosotros hacemos sin saber por qué realmente nosotros lo hacemos, pero sin
embargo continuamos a hacerlo porque ésa es la manera en que nosotros ¡siempre
lo hemos hecho!
¿Cuántos “siempre lo he hecho así” hay en
tu vida y no sabes porque lo haces?
De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí,
son hechas nuevas. 2 Cor.5:17
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