martes, 30 de abril de 2013

prefiero conservar mi sueño


   Cuentan que, ante un grupo de niños, un hombre contaba la siguiente historia…

   Había una vez un muchacho hijo de un humilde entrenador de caballos. El padre del muchacho era pobre y, aunque con algunos sacrificios, consiguió que su hijo pudiera ir a la escuela. Una mañana, mientras estaban en clase, el profesor pidió a los alumnos que pusieron por escrito las metas que pretendían alcanzar cuando fueran mayores.

   El joven, ilusionado por el proyecto, pasó gran parte de la noche escribiendo varios folios en los que explicaba con detalle sus sueños y anhelos. Incluso, hizo varios dibujos para completar su descripción. El chico se imaginó aquella noche dueño de su propio rancho, cuidando de su propia ganadería y con un extenso terreno en cuyo centro se levantaba su casa. Visiblemente emocionado, a la mañana siguiente, el muchacho entregó su trabajo al profesor.

   Sin embargo, dos días más tarde, el joven recibió la puntuación de su trabajo, un suspenso, junto con una nota que le decía que se quedara a hablar con el profesor al terminar las clases. El chico acudió a ver a su profesor y lo primero que hizo fue preguntar por qué lo había suspendido. El profesor le explicó: “Este es un sueño poco realista para un chico como tú. Tú no tienes recursos, tu familia es humilde. Para conseguir todo lo que describes en tu trabajo hace falta mucho dinero y muchos contactos. Tienes que comprar el terreno, pagar por las crías originales y después tendrás muchos más gastos de mantenimiento. Tu proyecto no es realista, no podrías hacerlo de ninguna manera.”

    A continuación, el profesor agregó: “A pesar de ello, y en consideración por todo el esfuerzo realizado, si vuelves a redactar tu proyecto de forma más apropiada, con objetivos más realistas, te prometo reconsiderar tu nota.”

    El chico regresó a su casa y pensó mucho lo que su profesor le había explicado. También le preguntó a su padre que debía hacer, ante lo cual, este le contestó: “Mira hijo, creo que esa es una decisión importante, por lo que te recomiendo que te tomes tiempo para tomarla. Creo que es algo que debes decidir por ti mismo. Lo que tú decidas estará bien.”

   Finalmente después de reflexionar durante un par de días, el chico volvió a presentarse ante su maestro entregándole el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno. Ante la cara de asombro de su profesor, el chico le dijo: “Profesor, puede usted mantener mi mala nota, pero yo prefiero conservar mi sueño.”

    Al concluir esto, el hombre que hablaba miró a los niños y les dijo: “Y esta es mi historia. Y aquí enfrente está la casa de mis sueños. En el centro del rancho que me propuse conseguir, porque esta es la meta de mi vida. Aún conservo aquel trabajo, con sus grandes números rojos en una esquina, enmarcado sobre la chimenea.”

    Luego agregó: “Pero lo mejor de la historia es que, hace dos años, aquel mismo profesor, me visitó con un grupo de treinta chicos. Vinieron a visitar mi rancho. Y al irse me confesó: -Mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era profesor, era una especie de ladrón de sueños. Durante aquellos años, les robé un montón de sueños a los niños. Pero por suerte, tú tuviste la fortaleza de no abandonar el tuyo. Y tu ilusión, y tu persistencia me hicieron ver lo equivocado que estaba, y lo cruel que fui con aquellos niños. Ahora, ya jubilado, intento reparar el daño causado contagiando la ilusión a cuantos quieren oírme.”

lunes, 29 de abril de 2013

Deja secar la rabia.


DEJA SECAR LA RABIA

 
   Mariana se quedó toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té, de color azul. En el día siguiente, julia su amiguita vino bien temprano invitarla a jugar. Mariana no podía pues iría a salir con su madre en aquella mañana. Julia entonces pidió a su amiguita que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían. Mariana no quería prestar, pero con la insistencia de la amiga decidió ceder, haciendo cuestión de demostrar todo su celo por aquel juguete tan especial.
 
   Al volver del paseo, mariana se quedó chocada, al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy nerviosa, mariana desahogó con su mamá: ¿Ves mamá, lo que hizo julia conmigo? Le presté mi juguete, y ella lo dañó todo y aún lo dejó tirado al suelo. Totalmente descontrolada, mariana quería, porque quería ir a la casa de julia pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente dijo: ¿mi hijita, te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanquito y un coche pasando te tiró barro en tu ropa? Al llegar en casa querías lavar inmediatamente, pero tu abuelita no dejó. ¿Te acuerdas de lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después se quedaría más fácil de quitar. Así es hijita, con la rabia es lo mismo, deja la rabia secarse primero, después se queda mucho más fácil resolver todo.
 
    Mariana no entendió todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre, y fue a ver el televisor. Luego después alguien tocó la puerta. Era julia con una caja en las manos, sin que hubiera tiempo para cualquier pregunta ella fue diciendo: Mariana ¿sabe aquel niño malo de la otra calle, que se queda corriendo detrás de nosotras? Él vino para jugar conmigo y no lo dejé y con rabia él dañó el regalo que me habías prestado. Cuando  lo conté a mi madre ella se quedó preocupada y fue corriendo a comprar otro igualito, para ti. Espero que no te quedes con rabia mía. No fue mi culpa.
 

No hay problema, dijo Mariana, "mi rabia ya secó". Y dando un fuerte abrazo en su amiga, le tomó la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo que se había ensuciado de barro.

 
   Nunca tomes cualquier actitud con rabia. La rabia nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás cometer injusticias, y ganará el respeto de los demás por su posición ponderada y correcta delante de una situación difícil. Acuérdate siempre: ¡Deja la rabia secar!

viernes, 26 de abril de 2013

¿Que estás sembrando?

¿Qué estás sembrando?



Quiero compartir esta reflexión que me llegó.
 
  Cierta vez una señora me contó lo desdichada que era porque iba perdiendo sus amistades a lo largo de su vida. Durante toda la entrevista intenté comprender las razones por las cuales sus amistades se alejaban de ella. Solo bastó escucharla hablar de sus amigas para comprender por qué la iban abandonando. Las criticó duramente. Reveló todos sus defectos, contó los errores que cometieron que en su momento le habían confiado. Toda la conversación se tornó en una batería de chismes con el fin de desprestigiar a sus amigas. Noté cierta satisfacción en su rostro y hasta me dio la sensación que se sentía cómoda en la charla. Entonces comprendí que esta señora había alejado a sus amigas de su vida porque disfrutaba en criticarlas.

 La vida es una gran escuela…

    A lo largo de mi vida he aprendido que hay principios o paradigmas que es mucho mejor tenerlos en cuenta que ignorarlos. Todos, sin excepción, vamos sembrando a nuestro alrededor semillas en la vida de aquellos que nos rodean.
 
    No es necesario dedicarse a la agricultura o ser un experto en temas relacionados al campo para entender que si siembro semillas de tomate jamás voy a poder cosechar pepinos. Lo lógico y racional es que vamos a cosechar la misma especie que hemos sembrado. Dios mismo nos advierte en la Biblia: “…Cada uno cosecha lo que siembra.” (Gálatas 6.7b)

 ¿Cuál es tu siembra?....
 Aquellos que plantan árboles, recogen alimento.
 Quien siembra flores, cosecha perfume.
 Quien siembra trigo, cosecha pan.
 Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
 Quien siembra la verdad, cosecha confianza.
 Quien siembra fe, cosecha convicción.
 El que siembra afecto, cosecha gratitud.

   Sin embargo, hay personas que prefieren sembrar tristeza y cosechan desconsuelo. Plantan discordia y recogen soledad. Siembran vientos y cosechan tempestades. Plantan ira y cosechan falta de afecto. Siembran traición y recogen un adiós. Plantan injusticia y recogen abandono. 
 
 
    Recuerde… nuestras cosechas de hoy son producto de las siembras del ayer. Pero lo más importante es que hoy podemos elegir las mejores semillas para esparcirlas en los corazones de los que nos rodean. Así nuestra cosecha será buena, abundante y agradable.

miércoles, 24 de abril de 2013


La zanahoria, los huevos y el café



   Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida.

      Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café, Las dejó hervir sin decir palabra. A los veinte minutos el padre apagó el fuego, y puso su contenido en tres bowls.  

  Mirando a su hija le dijo:

– Querida, ¿qué ves?

– Zanahorias, huevos y café – fue su respuesta.

   La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó:

– ¿Qué significa esto, padre?

    Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua, dura. Pero después se había vuelto débil. El huevo habla llegado al agua frágil, pero después su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo, eran únicos: ellos habían cambiada al agua, – ¿Cuál eres tú? - le preguntó a su hija – Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?
 
 
 
  ¿Y vos, amigo(a)? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?  ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable, pero después de una muerte, una separación, un despido te has vuelto duro y rígido? ¿O eres como un grano de café, que cuando el elemento le causa dolor alcanza su mejor sabor?
 
 

lunes, 22 de abril de 2013

Mana Fresco: ¿Estas dispuesto a vivir por El?Historia de un Ca...

Mana Fresco: ¿Estas dispuesto a vivir por El?
Historia de un Ca...
: ¿ Estas dispuesto a vivir por El ? Historia de un Capitán ruso en Hungría año 1950   El capitán del ejército ruso caminó con altive...

¿Estas dispuesto a vivir por El?


Historia de un Capitán ruso en Hungría año 1950

  El capitán del ejército ruso caminó con altivez por el pasillo de la iglesia y hasta el pastor.
- Deseo hablar con usted a solas. ¡Dígame algún lugar en el que podamos hablar en privado!
    El oficial era muy joven y osado y parecía muy consciente de su función como conquistador. Cuando el pastor lo guio a un pequeño salón de conferencias, el militar cerró con fuerza la puerta y le puso el seguro. Señaló con la cabeza hacia la cruz que colgaba la pared.
- Usted sabe que esa cosa es una falsedad –le dijo al ministro–. Es solo una pieza de engaño que ustedes los ministros usan a fin de embaucar a la gente pobre para que a los ricos les sea más fácil mantenerlos ignorantes. Vamos, estamos solos. ¡Admita que en realidad nunca ha creído que Jesús sea el Hijo de Dios!
- Caramba, mi pobre joven, por supuesto que lo creo. Es verdad –dijo sonriendo el ministro.
- ¡No estoy dispuesto a que tenga que representar esos trucos conmigo! –Gritó el capitán–. Esto es serio. ¡No me haga reír!
Sacó su revólver y lo sostuvo cerca del cuerpo del ministro.


- No puedo admitir eso porque no es verdad. Nuestro Señor es en realidad y verdad el Hijo de Dios –dijo el ministro.
   Por un doloroso instante sus músculos se tensaron mientras esperaba la bala. En su lugar, el capitán lanzó de repente su revólver al piso y abrazó al pastor. Las lágrimas corrían por los ojos del capitán.
- ¡Es verdad! –gritó–. Es verdad. Yo lo creo también, pero no podía estar seguro que los hombres morirían por esta fe hasta encontrar a uno dispuesto a hacerlo. ¡Oh, gracias! Usted ha fortalecido mi fe. Ahora, yo también puedo morir por Cristo. Usted me lo ha demostrado.
 
   Hemos leído muchas historias como estas de hombres y mujeres que dieron sus vidas por el Maestro; pero nosotros que no tenemos que pasar por esas situaciones, pregunto:
 
"¿Estamos Dispuestos a gastar nuestra vida para El?"
 
"Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia" S. Jn. 10:10

viernes, 19 de abril de 2013


¿Hiperconectados?

    Hoy estamos en un mundo donde las noticias se pueden estar viendo simultáneamente a que se producen.  Recuerdo unos años atrás cuando entrando en un subsuelo estaba escuchando una emisora y de repente se dio la noticia del ataque a las torres gemelas en Nueva York. La primera impresión fue muy fuerte, no sabía si era algo cierto o una ficción, pues inmediatamente se hablaba de un segundo ataque. ¡Cómo el avance de las comunicaciones ha impactado en nuestro mundo! Aún tengo en mi mente cuando en el colegio estudiábamos como los chasquis ** (mensajeros) recorrían grandes distancias haciendo postas para que un mensaje llegara a otras tribus. Lo cual les llevaba algunos días, según la distancia a recorrer. Ni pensar de unir continentes.

     Hoy día a través de correo electrónico, los mensajes de texto, el whatsUpp los mensajes transmitidos llegan casi instantáneamente a su destinatario; sin límite de distancias. Las redes sociales, la telefonía Ip, permiten establecer comunicaciones con personas a miles de kilómetros de distancia, y sin costo alguno.

     Años atrás, escuchábamos historias de nuestros antepasados, de amores a la distancia, donde tenían que esperar largos tiempos hasta que una carta llegara al otro lado del océano. ¡Hoy día con programas como Skype y otros podemos hablar sin costo extra con otra persona, y aún verla cara a cara!

    Soy padre de tres hijos, y mi hijo mayor conoció a quien hoy es su esposa (y mama de su hijo), a través de Skype. Recordamos con nuestra esposa como se encerraba en su habitación y por largas horas se lo podía escuchar hablar. En muchas oportunidades a la hora de la comida, decía que iría a comer con Carlita, mientras mirarían una película. Todo esto mientras él se encontraba en Buenos Aires y Carlita en el DF de México. Fue por este medio, que en el tiempo donde vivió en México nos podíamos hablar y ver todos los días. Algo impensado en otros tiempos.

    Ni hablar como a través de Facebook, podemos conocer amigos nuevos al otro lado del planeta, o encontrar amigos de la escuela primaria o aún del Kinder. Hace unos años atrás se hizo famosa una canción que decía “quiero tener un millón de amigos”, y hoy por las redes sociales podemos tener “miles” de amigos en el Facebook.

    ¡Que impresionante, cómo la tecnología ha acortado distancias! Estamos en un mundo hiperconectado, sin embargo con toda esta revolución comunicacional hay gente que se siente sola. Durante una campaña de oración, revisando los troqueles me encontré con cientos de personas que manifestaban que se sentían solas. ¡Que ironía!

    En la Palabra de Dios tenemos una promesa: Dios estaría con nosotros todos los días. ¿No es maravilloso saber que Él está con nosotros en cada instante? En Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Si, desde el mismo momento en que abrimos nuestro corazón a Él, tenemos la certeza que estará con nosotros hasta el fin. Dice su Palabra que aunque nosotros le fallemos Él permanece fiel.

  Recuerda: ¡No estás solo!, y si Dios con nosotros, ¿quién contra nosotros? Ya no creas las mentiras que satanás te grita, acude a Dios y no estarás más solo. Dios te bendiga!

 ** Chasqui (quechua: chaskiq o chaskij, 'el que recibe y da', «trocador») era el mensajero personal del Inca, que utilizaba un sistema de postas. El término no significa literalmente «mensajero», ya que solo eran llamados así los embajadores o emisarios enviados por autoridades menores del Tawantinsuyo, llamados (cachaq o cachaj) era un funcionario de la Organización Inca (Inka).

  Los chasquis eran jóvenes baqueanos y preparados físicamente desde su juventud para recorrer, a través de un sistema de postas, los extensos caminos construidos por el Sapa Inca, pues de ellos dependía a veces que se suspendiera una acción militar a tiempo o llegaran los refuerzos en una batalla. (Wikipedia)

martes, 16 de abril de 2013

Verse en el espejo

   Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.

   Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: "El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".
  
   El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja: "Querido, estás mirando un espejo".